La tapa de El Cronista viene a ratificar que no nos equivocanos cuando hablamos de "los mercados", como orientadores de los 90 y propulsores del bloque restaurador con Macri.
A esta altura de los acontecimientos, son varios lo indicios que estarían transparentando un estado de cuasi desesperación en el campo opositor y casi casi que nos llevan a suponer que el acuerdo está más cerca que nunca. Si hasta parece que han convencido a Carrió para que se trague el sapo.
La gran pregunta es si este acuerdo no llega tarde dado que, entre otras cosas, no se puede precisar qué poder electoral tiene hoy un Sergio Massa que llegaría prácticamente solo a ese acople puesto que los dos intendentes fuertes que le quedan -De la Torre y Katopodis- han declarado que su límite es Macri y lo mismo se le ha escuchado a la zapatera Mónica López. Pero hay otro dato y es que los intendentes que retornan lo hacen porque saben muy bien que son los electorados de sus distritos los que están dando muestras de retorno al FPV y ellos, antes que nada, priorizan sus territorios ¿Esto podrá ser modificado por una candidatura en soledad del tigrense? Todo indica que será muy difícil.
Pero hay otras cuestiones a analizar: Ya dijimos que si Macri lo acepta sería un indicio muy contundente de que los sondeos les vienen dando abajo y que no les queda otra que el amontonamiento. De ahí que el solo hecho del acuerdo implicaría un reconocimiento de que están perdiendo y estas evidencias son difíciles de modificar.
Pero sin dudas lo que más cuesta arriba se les pondrá será ofrecerle a la sociedad una noción de equipo, de espacio realmente afiatado con capacidad de perdurabilidad en el tiempo. Imaginar un Massa enesmitado con Macri a poco de asumir el gobierno es lo más probable ¿Está dispuesta la Argentina a entregarle el gobierno a un nuevo amuchamiento que la deje nuevamente al borde del precipicio?
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